Cuando emprendas el viaje hacia Ítaca ruega que sea largo el camino, lleno de aventuras, lleno de experiencias.
Si ya has diseñado el plan de acción que te lleva a tu meta, solo queda empezar a recorrer el camino. Pero no quiero engañarte, el camino del emprendedor está lleno de baches y obstáculos, y tendrás que combatir amenazas externas y superar debilidades internas. Precisamente estas últimas, las que tienen que ver con nuestras carencias, son las más peligrosas, porque son las más difíciles de ver y por tanto las más complicadas de evitar. Sin embargo, si emprendemos este viaje con una actitud aventurera, sin perder de vista nuestro rumbo, veremos que cada dificultad nos entrena una habilidad y nos otorga una experiencia. ¿Te atreves a iniciar tu viaje a Ítaca?
Así pues, una vez que tienes confianza en que el camino que has iniciado te lleva a donde quieres llegar, desapégate del resultado y concéntrate únicamente en cada paso que das, en cada batalla que conquistas. Cuando estamos apegados a algo o a alguien generamos necesidad, y esa necesidad está siempre teñida de miedo, bien sea miedo a fracasar, a no ser capaz, o a perder. Ese miedo genera en nosotros angustia y estrés. Entonces automáticamente nos enfocamos en el problema y no en la solución, nos volvemos irascibles y nos desmotivamos. ¿Has sentido alguna vez que todo te parece una carga pesada y que no tienes fuerzas para avanzar?
Cuando estamos en medio de la tormenta corremos el riesgo de dudar de si estamos en el camino correcto y de si nuestro empeño nos lleva a alguna parte. En ese océano de dudas nuestros sueños son el faro que ilumina nuestro destino y nuestra perseverancia la mano que mantiene firme el timón y corrige el rumbo si los fuertes vientos nos desviaran. En esos momentos es cuando más necesaria es la confianza en el plan que hemos diseñado, por lo que no debemos dejarnos llevar por el miedo y hemos de cultivar la paciencia. La constancia en la acción nos llevará al resultado deseado. Así que, no olvides que lo importante no es llegar a la meta, sino la persona en la que te conviertes por el camino. Por tanto, relájate y disfruta del proceso.
Es necesario tener en cuenta que en todo proceso de la naturaleza rigen unas leyes que son universales e infalibles, por tanto, también son aplicables al proceso del emprendimiento. Quiero destacar 4 de estas leyes, porque entenderlas te puede ayudar a mantener los miedos a raya y a gestionar el estrés:
Espero que estas sugerencias y apreciaciones te sirvan de ayuda para ser feliz con lo que haces y por tanto más productvo/a. Si te ha gustado este artículo, por favor compártelo con tus amigos/as en tus redes sociales favoritas.
¡Gracias por leerme y por seguirme!
4 Comments
Hola Emma:
Hace unos años que nos conocimos. En aquellos momentos estaba muy malito, pero milagrosamente estoy recuperado del todo. El problema que tengo ahora es que es como si me hubiera recuperado de un coma muy largo y estoy un poco perdido en el ámbito profesional.
¿Me puedes ayudar?
Muchas gracias,
Claro David¡ Me alegro que estés mejor y encantada de volver a trabajar contigo, envíame un correo 🙂
Felicidades Emma, me ha encantado el post. Me quedo como destacable la perseverancia y la paciencia que son fundamentales para conseguir nuestras metas.
Si no disfrutamos del camino, qué sentido tiene conseguir nuestras metas.
Un saludo!
Gracias José! Efectivamente, dos cualidades imprescindibles para el éxito 🙂